CARACAS.- Brest, en su temporada estreno en la Champions League, goleó este martes al Salzburgo por 0-4 para sumar su segundo triunfo de la fase y ponerse en lo más alto de la clasificación con seis puntos.
Una demostración absoluta de pegada, indudablemente excesiva, exagerada después del 0-2 porque el partido quedó completamente roto, tanto como el equipo local, que se había estrellado varias veces antes con el portero Bizot y que aún le dará vueltas al único factor diferencial del encuentro: la efectividad sobre la portería contraria. Él no acertó, su rival sí.
El problema para el Salzburgo, también derrotado en la primera jornada, son las consecuencias en la clasificación y en el recorrido inicial por la nueva Champions; en contraste con la situación ideal e imprevista del Brest, con seis puntos que disparan sus expectativas de avanzar a las eliminatorias en su debut histórico en los torneos europeos.
Nadie intuía un 0-4. Menos aún en la puesta en escena, entre la agresividad, la presión y los ataques del Salzburgo, al que le anularon un gol por fuera de juego al minuto 10. Después, dispuso de más ocasiones.
No le salió nada sobre la portería contraria, también por las intervenciones indispensables para el Brest de su guardameta titular, Bizot, antes y después del 0-1, que llegó de repente, sin un solo mérito entonces del conjunto francés.
Entonces, en el minuto 23, lanzó un contragolpe definitivo, manejado, canalizado y transformado en una ocasión magnífica por la maniobra en el medio campo de Ludovic Ajorque, cuyo pase con el exterior habilitó a Sima para el gol que desató la victoria, sostenida después por las paradas de Bizot, hasta que, de pronto también, anotó el 0-2.
En el minuto 66, quedó un balón suelto que conectó con la derecha fuera del alcance de Blaswich ante la desesperación del equipo austriaco, que se desmoronó: el 0-3 fue cuatro minutos después y el 0-4, con un certero derechazo de Pereira Lage, en el 76. Un mazazo para el Sazlburgo, más ilusión para el Brest.
EFE