El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, insistió este sábado en la cumbre de líderes del G-7 en que los países ricos deben cumplir su promesa de financiar acciones para frenar el cambio climático, al recordar que las emisiones de gas están llevando al planeta a un «punto irreversible».
En el discurso durante la sesión que trató el tema de sostenibilidad y cambio climático en la cita, Lula recordó los compromisos adquiridos en el acuerdo de Copenhague (COP15), firmado en 2009 por los países que son grandes emisores de gases.
Según el mandatario brasileño, la crisis climática no afecta a todos los países de la misma forma, «ni el mismo grado ni al mismo ritmo».
«Más de 3.000 millones de personas ya están directamente afectadas por el cambio climático, especialmente en países de ingresos bajos y medios», aseguró.
En ese sentido, recalcó que los recursos prometidos para la protección de la Amazonía forman parte de la solución para afrontar el cambio climático y destacó que pueden canalizarse a través de la inversión o la colaboración científica, como ya se ve en el Fondo Amazonía, en el que ya colaboran Alemania y Estados Unidos.
«De nada sirve que los países y regiones ricas avancen en la implementación de sofisticados planes de transición si el resto del mundo se queda atrás o, peor aún, se ve perjudicado por el proceso», dijo.
Brasil, como país invitado, se incorporó hoy a la cumbre de líderes del G7 que se celebra en la ciudad japonesa de Hiroshima, junto con India, Indonesia o Vietnam, otros de los países invitados a la cita.
EFE