BRASILIA.-El Gobierno de Brasil condenó «vehementemente» ese lunes la irrupción de soldados israelíes en una base de cascos azules de la ONU en el sur del Líbano y afirmó que se trataba de una «grave» violación del derecho internacional.
El Ministerio de Relaciones Exteriores aseguró en un comunicado que los ataques contra instalaciones de la ONU son «absolutamente inaceptables», después de que tanques israelíes destrozaran el domingo la puerta de una base de la Unifil y de que cinco cascos azules resultaran heridos en los últimos días en ataques similares.
Además, la Cancillería deploró la petición del Gobierno israelí de retirar los cascos azules del sur del Líbano y destacó los trabajos de la misión de paz instaurada en 1978 para el mantenimiento de la seguridad y la prestación de ayuda humanitaria en el país árabe.
El Ministerio reiteró su llamado a un «cese inmediato» de las hostilidades entre la milicia Hizbulá e Israel, que empezaron tras el ataque del grupo palestino Hamás el 7 de octubre del año pasado y que han escalado en las últimas semanas con la invasión terrestre del Ejército israelí en el Líbano.
El número de brasileños repatriados desde el Líbano subió este lunes a 1.105 personas, después de la llegada a Brasil de un quinto vuelo.
Los aviones militares también han transportado hasta el Líbano 40 toneladas de medicamentos y comida, donados por la comunidad libanesa de Brasil, una de las más numerosas en el mundo.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha criticado duramente la respuesta del Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu al ataque de Hamás, que ha causado miles de muertos palestinos y libaneses.
Tras equiparar los bombardeos en Gaza con el Holocausto, las autoridades israelíes lo declararon persona non grata, a lo que Lula respondió con la retirada del embajador brasileño.
EFE
