TIRANA.- El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo este martes que tras el acuerdo alcanzado entre Serbia y Kosovo para poner fin a la crisis de las matrículas, se ha logrado «un impulso para progresar» en la normalización de sus relaciones.
«Ahora es el tiempo de avanzar y olvidar las confrontaciones», dijo el jefe de la diplomacia europea a su llegada a la cumbre que la UE celebra hoy en Tirana con los seis países de los Balcanes Occidentales.
La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, por su parte, acusó a Serbia de mantener una posición «sumamente destructiva», con una «retórica» que «pertenece al siglo pasado» y afirmó que «lo único» que hace Belgrado es «bloquear el diálogo» hasta «el infinito» para «bloquear» su ingreso en la UE.
«Voy a insistir delante de los líderes europeos que no equiparen moralmente al agresor y a la víctima porque sería un error histórico» que enviaría «mensajes negativos incluso para Ucrania, porque anima al agresor (Rusia) a continuar atacando y causar tensiones».
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó, en cambio, que «la integridad territorial de Serbia se ha violado en 1999 y 2008», en referencia a la guerra que mantuvo con su exprovincia a finales del siglo pasado y los bombardeos de la OTAN que pusieron fin al conflicto y a la independencia unilateral que posteriormente reclaró Kosovo.
«Debemos defender nuestros intereses nacionales en conformidad con nuestra Constitución», dijo Vucic, quien en un primer momento amenazó con no acudir a la cumbre en señal de protesta por la decisión del Gobierno de Kosovo de nombrar a un ministro serbio sin su consentimiento.
EFE