Bennacer puso a soñar a todos los rossoneri

Festejo de Bennacer al conseguir el gol de la victoria para los rossoneri. Foto cortesía: EFE

Roma.- El Milan sueña con entrar en las semifinales de la Champions League al derrotar 1-0 al Nápoli en su primer duelo de la llave.

Los rossoneri lograron controlar el fútbol de un Nápoli que comenzó intratable, pero que ahora tendrá que buscar la remontada en el Diego Armando Maradona.

La Liga de Campeones es la máxima expresión de lo que es el fútbol. Llegados a estas alturas de la competición, lo momentos de dominio que no se aprovechan se pueden acabar pagando caro.

El Nápoli lo vivió en carne propia en su estreno histórico en unos cuartos de final. Pasó de un inicio arrollador a acabar necesitando el descanso con urgencia, así como con un jugador menos.

Los partenopeos comenzaron frescos, sin temores ni presión. Fueron un torbellino con varias ocasiones para amedrentar al Milan en San Siro.

Tan potente fue el inicio de los ‘azzurri’, que Kvaratskhelia tuvo la más clara para los suyos cuando no se había cumplido el minuto de partido. Superado Maignan por un centro lateral mal defendido, el balón le llegó plácidamente al georgiano, que definió con la zurda, pero se encontró con un Krunic salvador.

Ese fue solo el primero de los avisos de un equipo que había salido a comerse el partido. Tal como si no hubiese unas semifinales en juego, presionando al hombre y complicando la salida de balón de su rival. Anguissa y Zielinski probaron suerte desde la distancia con sendos disparos, que obligaron a Maignan a intervenir.

El dominio de los de Spalletti era incontestable, pero al técnico se le veía nervioso en el banquillo. El italino era consciente de que había dejado pasar la oportunidad de ponerse por delante.

Y el Milan se lo hizo pagar caro. Rafael Leao se convirtió en el agitador del choque a la media hora con una jugada marca de la casa. El luso arrancó desde el centro del campo para terminar en el área con un disparo demasiado cruzado.

La oportunidad conectó a San Siro y a sus compañeros, quienes empezaron a carburar. Poco a poco, el inicio amenazante del Nápoli pareció ir quedando muy lejano hasta que Brahim se encargó de que se olvidara por completo.

El español sacó a relucir su calidad, esta vez con un regate con el que dejó plantados a Lobotka y Mario Rui, iniciando un contragolpe que dirigió hasta el borde del área. Allí se la cedió a un Leao que cruzó el balón desde el perfil diestro para encontrar a Bennacer. No falló el argelino la ocasión y fusiló a Meret para abrir el marcador.

El tanto noqueó al Nápoli a falta de cinco minutos para el descanso y el Milan tomó el mando. La visita agachó la cabeza y esperó con ansia el descanso, no sin antes ver como Kjaer estrellaba su testarazo en el larguero, en lo que pudo ser el 2-0 de un partido que comenzó en una dirección y que al descanso se dirigía en la contraria.

Intentó reconducir el conjunto napolitano con otro inicio intenso en el segundo acto, pero el Milan salió preparado, con confianza, crecido en su fortín, dispuesto a amarrar un resultado clave para poder estar en semifinales. Y lo hizo frustrando a la mayor amenaza partenopea, un ‘Kvara’ que se vio superado por la zaga, que echó de menos a Osimhen y al que todavía le falta una noche consagratoria en Europa.

El partido no mantuvo el nivel frenético del inicio, casi sin ocasiones, convertido en una batalla en el centro del campo por el dominio que acabó desequilibrando Theo Hernández con su velocidad y desborde, provocando dos faltas que costaron la doble amarilla a Anguissa. La superioridad numérica desequilibró la balanza en favor de un Milan que, so sí, necesitó de una intervención estelar de Maignan para mantener el resultado.

Los ‘rossoneri’ volvieron a tumbar a la revelación europea, aunque esta vez la recompensa es mucho mayor. Las semifinales están más cerca para un sólido Milan que defenderá un resultado más que favorable en el Maradona ante un Nápoles que, aunque con las bajas de Min-Jae, amonestado, y de Anguissa -y la duda de Osimhen-, todavía tiene opciones de alargar el sueño que vive esta temporada.

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EFE