Barcelona.- Barcelona logró su primera victoria en la Liga de Campeones al golear 5-0 al débil Young Boys en un partido que fue un monólogo del conjunto azulgrana y que le sirvió para olvidar el tropiezo en Mónaco de la primera jornada.
El Barça estrenaba en Montjuïc la temporada de Champions, pero el ambiente lo ponía, al inicio del partido, el millar de aficionados helvéticos que habían viajado a la capital catalana para arropar a su equipo.
Sin embargo, el ánimo de los seguidores suizos empezó a decaer muy pronto porque a los 8 minutos Lewandowski remató a placer, en boca de gol, lo que parecía un disparo desviado -más que una asistencia- de Raphinha a la media vuelta.
Young Boys, el gran dominador del fútbol suizo en la última década, es un equipo en horas bajas que transita por el pozo de la clasificación de su Liga y que solo ha ganado un partido esta temporada.
El conjunto que dirige Patrick Rahmen, que cayó goleado en casa con Aston Villa (0-3) la primera jornada, es una de las cenicientas de esta Champions, y esta noche demostró que la máxima competición continental es un escenario que le queda demasiado grande.
Entregado casi desde el principio a su rival, el dominio azulgrana, con posesiones de cerca del 75%, resultaba evidente, pero al partido le faltaba ritmo, y los suizos incluso lograban acercarse tímidamente a la meta defendida por Iñaki Peña, en un par de contras que acababan con disparos desviados de Monteiro y Colley antes de la media hora.
Sin embargo, los locales sentenciarían el encuentro en apenas tres minutos, lo que tardó Raphinha en rematar a gol un rechace de la defensa visitante a un disparo de Pedri e Íñigo Martínez cabecear un lanzamiento de falta lateral del centrocampista canario para hacer el tercero.
Ferran Torres, a quien hoy Hansi Flick puso como titular ante la baja del sancionado Eric García y la reconversión de Raphinha como interior, estuvo a punto de hacer el cuarto poco antes del descanso, pero Keller lo evitó en su mano a mano con el delantero azulgrana.
Nada pudo hacer el portero visitante a los cinco minutos de la reanudación, cuando Lewandowski hacia el 4-0, de nuevo en línea de gol, a la salida de un córner botado por Raphinha que primero cabeceó Íñigo Martínez.
Con el choque totalmente decidido, el partido entró en una fase anodina que ni siquiera animó la entrada en el terreno de juego -muy aplaudida por el público- de Ansu Fati y Frenkie de Jong, que volvía a jugar más de cinco meses después de lesionarse por tercera vez el tobillo derecho.
El infortunio se cebaba en el Young Boys con el 5-0 de la noche, fruto de un autogol de Camara, que desviaba un centro de Balde, a diez minutos para el final.
Monteiro, el jugador más incisivo de los helvéticos, a punto estuvo de hacer el gol del honor visitante, primero en su disparo se estrellaba en el larguero y, en el añadido, en una contra en la que acababa batiendo a Iñaki Peña pero que era anulada por fuera de juego.
EFE