CARACAS.- Arsenal se estancó en el campo del Brighton donde no pasó del empate 1-1 y se marchó con un botín insuficiente para alargar la caza al liderato de la Premier que detenta Liverpool y que se alejó tras completar la cita de la vigésima jornada.
Después de tres triunfos seguidos, el conjunto de Mikel Arteta ralentizó su ritmo en la competición incapaz, por ahora, de seguir el ritmo impuesto por el líder. Salieron del AMEX Stadium con cinco puntos de desventaja respecto a los ‘reds’, que tienen dos partidos menos.
Arsenal, que pagó caro su falta de acierto y la fatiga en un plantel que baja su nivel cuando recurre al banquillo, pagó caro el error del central William Saliba que cometió un penalti que le dio vida al Brighton, en ese momento con el marcador en contra.
El cuadro de Fabian Hurzeler, uno de los más sólidos del torneo, lleva cinco partidos sin ganar pero está abonado al empate. Cosechó el cuarto del tirón y se mantiene en la mitad de la tabla pero lejos de la zona europea de la que formó parte semanas atrás.
Arsenal fue de más a menos. Y tomó ventaja al principio, al cuarto de hora, cuando completó una gran jugada Ethan Nwaneri que recibió el balón en medio campo de Mikel Merino, recorrió todo el campo por la banda derecha, llegó al área y cruzó su tiro fuera del alcance de Bart Verbruggen.
Tomó ventaja el conjunto ‘gunner’ que vio en peligro su renta cuando el marfileño Simon Adingra tiró fuera un acercamiento a la portería de David Raya. Aún mantenía el ritmo el cuadro de Arteta. Mikel Merino tuvo el segundo en un córner y remató de cabeza, pero alto.
El choque dio un giro en la segunda parte. Se creció el Brighton y bajó el ritmo el Arsenal a causa del esfuerzo en medio de un campo pesado por la incesante lluvia.
Una falta dentro del área, un cabezazo de William Saliba a Joao Pedro dentro del área fue sancionada como penalti. Ejecutó el atacante brasileño que no falló y estableció la igualada.
Pudo ponerse por delante el Brighton en plena desorientación visitante y Yankuba Minteh tuvo la oportunidad de dañar más a los londinenses que tuvieron la última, en un cabezazo alto de Thomas Party.
EFE