CARACAS.- Tres paradas salvadoras de Jordan Pickford sostuvieron este sábado la resistencia del Everton en su visita al Arsenal para conseguir un empate por 0-0.
El cuadro londinense se vio frustrado y aplacado por las intervenciones del portero inglés, pero sin una cantidad abrumadora, aún lejos del nivel que demostró en otros tramos de la pasada temporada y la anterior y aliviado por el tropiezo a la misma hora del Liverpool contra Fulham, que lo mantiene a seis puntos de la cima.
Aún la distancia es demostrativa de la campaña, con un encuentro más del grupo de Mikel Arteta, que reclamó un penalti en la ofensiva final, que no le pareció al árbitro ni con la consiguiente revisión del VAR, y que sólo ha ganado tres de sus últimos nueve duelos de la ‘Premier League’.
Salvo un aviso inicial de Doucoure, el Arsenal dominó la posesión. No siempre es sinónimo de ocasiones. En el primer tramo, con un 81% del control del balón, no probó a Pickford, resguardado detrás de dos líneas compactas del Everton, que, por entonces, solo sufrió en las acciones a balón parado. Una especialidad de los ‘gunners’.
No hay nada prácticamente al azar en el variado libreto de jugadas de estrategia que maneja el cuerpo técnico liderato por Mikel Arteta.
Cada falta al área, cada saque de esquina, es una invitación al gol para el conjunto londinense. También un peligro indudable para sus rivales. Cada movimiento significa algo, hasta el menos evidente. Pickford salvó una de ellas.
El portero del Everton aún debió estirarse más en el tiro de Odegaard, que, al borde de la media hora, ya había transformado tanta posesión en lo más tangible de todo: las ocasiones, aún no muchas, pero suficientes y expresivas tanto para el Arsenal, como promesa de éxito, como para el Everton, como percepción de daño.
Aún antes del descanso, Pickford debió repeler un zurdazo cruzado dentro del área de Martinelli, cuando al Everton ya no le duraba nada el balón, sin capacidad ni espacio para encadenar más allá de unos cuanto pases, como también le ocurrió durante el segundo tiempo, siempre fiado a la resistencia y a las paradas del guardameta inglés.
La insistencia del equipo ‘gunner’ no decayó en la reanudación, ni con el paso de los minutos. Pero le faltó más fútbol que otras veces. Ese último pase. La frescura final.
A la hora de partido, Arteta reemplazó tanto a Odegaard como Declan Rice. Indicativo del encuentro y de las necesidades que urgían al Arsenal, empatado sin goles y sin variación.
De nuevo Pickford negó otra vez el gol al conjunto londinense, con una parada ante Bukayo Saka, sin que realmente ni el juego ni las oportunidades del Arsenal representaran un caudal apabullante para el Everton, que sufrió… Y se sostuvo hasta el final. No tiró a portería, con una curiosa imagen para perder tiempo en el último instante.
EFE