Londres.- Arsenal ya acecha al Liverpool en la lucha por la Premier League. En un partido frío y lleno de errores, los ‘Gunners’ sacaron petróleo y vencieron 3-1 a los «reds» para quedarse a un paso del liderato.
Los de Mikel Arteta le infligieron al Liverpool su primera derrota en la competición doméstica desde que cayeran ante Tottenham con el famoso gol anulado a Luis Díaz por un inexistente fuera de juego.
Fue un triunfo sin brillo, dominador y asentado en un error entre Van Dijk y Alisson en la segunda parte que dejaron a puerta vacía a Martinelli para que sellara los tres puntos.
Aun sin Mohamed Salah, lesionado, el equipo de Jürgen Klopp jugó un partido demasiado pasivo, como sabiéndose inferior y lejos de quienes ganaron 0-2 en el mismo escenario hace menos de un mes en la FA Cup.
El dominio de los de Arteta se transformó en gol muy pronto, a los catorce minutos, cuando Zinchenko rompió hacia el interior, encontró a Martin Odegaard en la posición del ’10’ y el noruego desarmó la línea defensiva del Liverpool con un toque de primeras que dejó solo a Kai Havertz.
El alemán, familiar con el desatino, erró el mano a mano ante Alisson, pero el rechace le cayó a Saka para que marcara a placer. Era un gol merecido y que marcó la tranquilidad de la primera parte.
El Liverpool ni estaba, hasta que en los treinta segundos finales del tiempo añadido una calamidad le regaló el empate. William Saliba protegió un balón sobre Luis Díaz dentro del área, pero el colombiano le cuerpeó y le robó la cartera.
Llegó a tocar con la puntera y su remate tocó en una mano de Gabriel y se coló en la portería. De la nada, el Liverpool sacó oro.
Pero el fútbol, por una vez justo, impartió igualdad y en el minuto 67 devolvió la catástrofe al Liverpool, que en un balón largo e inocente dejó escapar el partido.
Van Dijk protegió la pelota de Martinelli, esperando la salida de Alisson, pero el brasileño pegó una patada al aire, Van Dijk se pasó de frenada y Martinelli solo tuvo que empujar la pelota a puerta vacía.
De la nada, el Arsenal recuperó la ventaja y solo tuvo que protegerse de un Liverpool que a nivel ofensivo completó uno de sus partidos más pobres, con apenas un remate a puerta en los noventa minutos.
No ayudó la expulsión de Ibrahima Konaté en el minuto 88 por doble amarilla, tras dos faltas innecesarias, que dejó más desprotegidos aún a los ‘Reds’ y permitió a Leandro Trossard, con ayuda de nuevo de Van Dijk, que desvió el tiro del belga y cambió la trayectoria a Alisson, matar el encuentro en el añadido.
Liverpool se mantiene líder, con 51 unidades, pero reduce su ventaja a dos puntos respecto al Arsenal (49), mientras que el Manchester City, si gana los dos partidos menos que tiene, se subirá al primer escalón de la Premier League.
EFE