Budapest.- Max Verstappen (Red Bull), quien el año pasado destronó al séptuple campeón del mundo Lewis Hamilton (Mercedes), está cada vez más cerca de revalidar su título en la Formula 1, tal y como volvió a demostrarlo el domingo al exhibirse en el Gran Premio de Hungría, el último antes del parón vacacional; categoría que este lunes abrió la semana con la noticia del fichaje de Fernando Alonso por Aston Martin.
Alonso, que festejó el viernes su cuadragésimo primer cumpleaños en el Hungaroring, jugó al despiste un día antes al afirmar que su deseo era el de seguir en Alpine y que, según respondió a Efe en Hungría, «en vacaciones» se sentaría con los responsables de su actual escudería para «llegar» a un acuerdo si ambas partes coincidían.
Este lunes, sin embargo, se anunció su fichaje (con un contrato de varios años) por Aston Martin, en la que ocupará el espacio que deja libre el cuádruple campeón mundial Sebastian Vettel, que se retira cuando acabe esta temporada.
Por ende, el doble campeón mundial español será el nuevo compañero del canadiense Lance Stroll, hijo del propietario del equipo, Lawrence Stroll.
Dicho esto, antes de conocerse la noticia del cambio de Alonso, Verstappen ‘reventó’ el Mundial en Hungría, donde firmó su octava victoria en las trece primeras carreras del año, después de arrancar décimo en la mencionada pista, donde no es fácil adelantar, y se recuperó, además, después de hacer un trompo.
El neerlandés demostró que es un auténtico súper-depredador deportivo y, aprovechando nuevos errores estratégicos de Ferrari, amplió su ventaja al frente del campeonato tras ganar una carrera en la que los Mercedes, el de Hamilton y el de su compañero y compatriota George Russell, acabaron segundo y tercero; y en la que los tifosi, el de Carlos Sainz -segundo en parrilla, por detrás del anterior- y el de Charles Leclerc -que había arrancado tercero- concluyeron cuarto y sexto, respectivamente.
La Scuderia perdió otra ocasión clara de acortar distancias en una prueba en la que el otro Red Bull, el de Sergio Pérez, que arrancaba undécimo, concluyó quinto en un día brillante para el equipo austriaco, que amplió su ventaja en ambos campeonatos.
Verstappen lidera con 258 puntos, ochenta más que Leclerc y con 85 más respecto a ‘Checo’, que es tercero en un campeonato en el que Sainz es ahora quinto con 156, dos menos que Russell.
Red Bull encabeza el Mundial de constructores con 431 unidades, 97 más que Ferrari; a la que se está acercando peligrosamente Mercedes, que -aún lejos de las prestaciones que la llevaron a ganar los últimos ocho campeonatos por equipo- ya es tercera en esa clasificación, a 30 unidades de los de Maranello.
Ferrari destacó en pretemporada y llamó aún más poderosamente la atención al lograr un doblete en la primera carrera, que Leclerc ganó por delante de Sainz. Verstappen, que comenzó la defensa del título con un abandono en Sakhir, se impuso en Arabia Saudí, por delante de los dos pilotos de Maranello (esta vez con orden inverso), pero volvió a retirarse en Australia, donde el monegasco ganó la tercera carrera del año por delante de ‘Checo’.
Red Bull redondeó una gran jornada en Imola (Italia), casa de la Scuderia (el Autódromo Enzo e Dino Ferrari), que completó una jornada para el olvido, en la que ‘Mad Max’ ganó por delante de su compañero mexicano el Gran Premio de la Emilia Romagna.
El primero de los tres que encadenaría y que, después de anotarse el triunfo en la debutante Miami, culminó con una victoria en España: en Montmeló (Barcelona); el circuito en el que hace seis años se convirtió en el más joven ganador de la historia y donde le arrebató el liderato a Leclerc.
El conjunto de Austria prosiguió su marcha triunfal en Mónaco, donde Pérez se anotó su tercera victoria en la F1, en la prueba más icónica del calendario, por delante de Sainz y de su colega neerlandés. Que volvería a ganar las dos siguientes carreras: en Azerbaiyán (donde el bravo piloto tapatío completó otro ‘doblete’ de Red Bull) y en Canadá, por delante del español de Ferrari y de Hamilton; que ese día logró el primero de los cinco podios que encadenó hasta Hungría.
Gran Bretaña supuso la primera victoria en la categoría reina de Sainz, en otro escenario mítico: Silverstone, sede en 1950 de la primera carrera de la historia de la F1. En la legendaria pista inglesa, el hijo del ‘Matador’ se impuso por delante de ‘Checo’, que, entretanto suma 21 podios en la división de oro del automovilismo.
Leclerc logró su tercera victoria del año en el Red Bull Ring de Spielberg, donde ganó en casa de la escudería del nuevo ídolo deportivo de los Países Bajos, que acabó segundo una carrera que seguramente hubiese acabado en esa posición Sainz, que terminó retirándose, con el motor de su Ferrari en llamas.
Y cuando tenía una ocasión de oro para recortarle la ventaja a Verstappen, el del principado de la Costa Azul se accidentó, por error propio, en Francia, abandonando, por tercera vez en lo que va de curso, una carrera en la que había salido desde la pole.
‘Mad Max’ recogió agradecido el regalo y se anotó la séptima victoria de la temporada en Paul Ricard. Igualando los 27 triunfos en F1 del mítico Jackie Stewart (triple campeón del mundo en 1969, 1971 y 1973) y contento de saber que, pasase lo que pasase en Hungría, regresaría de vacaciones liderando de forma sólida el certamen.
En el Hungaroring advirtió que la ventaja no era suficiente como para irse relajado al parón vacacional y que, además, quería lograr más victorias.
Dicho y hecho. No importaba que saliese décimo ni que Sainz, con elegancia, restase importancia a los nuevos errores de planteamiento de su equipo. Verstappen mejoró a Stewart en las afueras de Budapest, sumó su triunfo número 28 y prácticamente dejó resuelto a su favor un Mundial que domina, también, de forma psicológica.
El sábado, Russell le había robado (por sólo 44 milésimas) la pole position a Sainz y salió por delante de los dos Ferrari; ‘Checo’, eliminado en la Q2, salía undécimo, un puesto por detrás de su capitán.
Red Bull y Mercedes acertaron; Ferrari patinó. Verstappen se marcha, confirmando que es el mejor de la clase, a tomarse unas más que merecidas vacaciones. Las de un Mundial que se reanudará el último fin de semana de agosto en Spa-Francorchamps (Bélgica), donde tendrá lugar la primera de las tres carreras que se disputarán en tres fines de semana seguidos.
Justo después de Bélgica, se correrá en Zandvoort (Países Bajos) y en Monza (Italia), sede de la última prueba europea en un certamen que se clausurará el 20 de noviembre, como viene siendo habitual los pasados años, en el circuito de Yas Marina de Abu Dabi.
EFE