sábado, mayo 10, 2025
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América Latina evalúa su autonomía geopolítica frente a China y Estados Unidos

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MADRID.- América Latina llega al IV Foro Ministerial China-Celac, que se celebrará el 13 de mayo en Pekín, con estrategias diversas pero con una convicción compartida: China ya no es solo un socio comercial, sino un actor político clave en la reconfiguración del orden global, y este foro —sin la presencia de Washington— refleja la creciente voluntad de los países de la región por diversificar sus alianzas en un mundo cada vez más multipolar.

El encuentro se produce en un contexto global marcado por la competencia estratégica entre China y EE.UU. y en un momento en el que América Latina redefine su lugar en el tablero geopolítico, con la guerra comercial y tecnológica entre ambas potencias como telón de fondo y con países de la región que deben moverse con cautela, buscando oportunidades sin comprometer sus márgenes de soberanía.

Para el diplomático y académico chileno Fernando Reyes Matta, director del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China, la región debe abordar esta relación con una mirada estratégica y autónoma, ya que “el concepto de autonomía emerge para darle una orientación distinta, nueva, a la relación con China”, afirma en entrevista con EFE.

Según Reyes Matta, la realización del foro en paralelo al primer diálogo formal entre China y Estados Unidos este fin de semana en Ginebra no es casual: “¿Qué podemos hacer juntos cuando el mundo está cambiando tan profundamente?”, se pregunta.

Colombia busca marcar el rumbo político 

Colombia, que ostenta la presidencia pro tempore de la Celac, ha señalado que este foro representa una oportunidad clave para definir el rumbo político de la región.

El presidente Gustavo Petro ha subrayado que el objetivo es consolidar una plataforma de cooperación multilateral que no esté subordinada a las potencias tradicionales.

En palabras del viceministro Mauricio Jaramillo, la Celac se proyecta en dos niveles: el intra Celac, centrado en los asuntos latinoamericanos, y la proyección extrarregional, donde China se convierte en un interlocutor estratégico.

En este sentido, la presencia del presidente Petro en Pekín junto a sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Chile, Gabriel Boric, no solo tiene un carácter simbólico, sino que busca posicionar a América Latina como una región capaz de ejercer mayor influencia en la gobernanza internacional, con propuestas propias y sin depender exclusivamente de Washington o Bruselas.

China llega a esta cumbre no solo como el mayor socio comercial de muchos países de la región, sino como un actor que busca ampliar su influencia política y multilateral.

Su narrativa de respeto a la soberanía, desarrollo compartido y cooperación Sur-Sur ha ganado espacio en un continente históricamente influenciado por Estados Unidos.

China como interlocutor multilateral

El foro China-Celac se ha convertido en una plataforma privilegiada para discutir proyectos regionales en infraestructura, tecnología, energía limpia y conectividad. A diferencia de otros espacios multilaterales, aquí China promueve una agenda alternativa basada en la cooperación bilateral y sin condicionalidades políticas explícitas.

En países como Nicaragua, Honduras y El Salvador, el discurso de Pekín encuentra eco. Estos Gobiernos han optado por romper relaciones con Taiwán y establecer vínculos estrechos con China, destacando su papel como actor respetuoso de la soberanía y dispuesto a invertir en desarrollo.

Otros como Uruguay buscan acuerdos comerciales bilaterales con China más allá del consenso del Mercosur.

EFE

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