PARÍS.- La selección española femenina se marcha de París 2024 con la medalla menos deseada, la de ‘chocolate’, con amargura tras perder la oportunidad histórica de entrar en la final y este viernes de caer en la lucha por el bronce ante Alemania víctima de dos penaltis, uno transformado por Gwinn y otro malogrado por Alexia Putellas en la prolongación, y hasta de la mala fortuna cuando en el primer tiempo envió dos balones al larguero.
Una salida descontrolada de Cata Coll poco después de la hora de partido comenzó a decidir el encuentro. La guardameta del Barcelona, que trataba de recomponerse tras el encuentro ante Brasil, no midió bien en su salida y arrolló a Giulia Gwinn. La jugadora del Bayern Múnich no perdonó y transformó el penalti que a la postre entregó el bronce al conjunto de todo un mito del fútbol germano como el exdelantero Horst Hrubesch.
Luego, con el tiempo cumplido, Alexia Putellas, la doble Balón de Oro, no pudo hacer lo propio ante la guardameta Berger y la historia terminó con una gran sinsabor para la selección española.
El gol recibido era un castigo inmerecido para España, que sin hacer un gran encuentro era superior a un rival pertrechado atrás a la espera de salidas esporádicas y había generado opciones como para haberse hecho con el mando en el marcador y acercarse a un bronce que acabó por alejarse tras dicha acción pese a las intentonas de las pupilas de Montse Tomé.
Hace casi un año, el 20 de agosto de 2023, España sellaba su época más gloriosa con la victoria ante Inglaterra en la final del Mundial en el estadio Australia de Sídney. Después llegó la consecución de la Liga de Naciones y la clasificación para la Eurocopa. Llegó a los Juegos como clara favorita pero se despide con la amarga medalla de ‘chocolate’.
EFE