SAN JOSÉ.- El Gobierno de Costa Rica confirmó este sábado que recibió al encargado de negocios del Vaticano en Nicaragua, Marcel Diouf.
En ñas últimas horas se concretó el cierre de la Nunciatura Apostólica en Managua.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica informó la decisión.
«Costa Rica recibió en su territorio al encargado de negocios ad interim de la Santa Sede en Nicaragua, Marcel Diouf«.
La Nunciatura Apostólica en Nicaragua cerró su sede en Managua, después que el presidente Daniel Ortega le planteara al Vaticano suspender las relaciones diplomáticas.
La medida se produjo tras las declaraciones del papa Francisco que calificó como «dictadura grosera» al Ejecutivo sandinista, informaron este sábado fuentes diplomáticas.
El embajador de Alemania en Nicaragua, Christoph Bundscherer, junto a sus colegas de Francia, Brieuc Pont; de Italia, Simone De Santi, y una representante de la delegación de la Unión Europea (UE) en Nicaragua, se despidieron del encargado de negocios del Vaticano en Managua, monseñor Marcel Diouf, antes de su salida del país.
El Gobierno nicaragüense informó el domingo pasado «que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua plantearon el cese de las relaciones diplomáticas».
El papa Francisco apuntó que el Gobierno de Ortega en Nicaragua era una «dictadura grosera», un mes después de la condena del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, según una entrevista publicada el viernes de la semana pasada.
Fuentes vaticanas explicaron a EFE que Nicaragua efectuó una petición a la Santa Sede para el cierre de las sedes diplomáticas respectivas, aunque no existe aún una ruptura de las relaciones diplomáticas.
Nicaragua no tiene un embajador ante la Santa Sede desde el 21 de septiembre de 2021 y solo cuenta con una ministra consejera.
En marzo del 2021, el Gobierno nicaragüense también expulsó al nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
El pasado 21 de febrero, el mandatario nicaragüense calificó de «mafia» a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
EFE