CARACAS.- Leones del Caracas dio un golpe de autoridad la noche de este martes al quedarse con el crucial enfrentamiento que tuvo que disputar contra los Tiburones de La Guaira, a los que terminó venciendo por 7-3 para continuar de forma solitaria en lo más alto de la clasificación.
El último duelo entre los «eternos rivales» capitalinos se decantó en favor de los melenudos, unos melenudos que dieron un paso gigante en su camino por llegar a la gran final de la LVBP al imponerle su ley a unos escualos que venían de ganarle los dos últimos enfrentamientos entre sí.
Hecho del que eran más que conscientes los jugadores caraquistas y le agregaba un ingrediente más a este duelo que ya tenía mucha tensión alrededor por lo que había en juego.
Y es que el vencedor de esta contienda no solo obtendría el placer de celebrar en el Estadio Universitario, sino que además también ganaría el derecho de irse a dormir esta noche como el único líder del campeonato criollo con 8-5 y tomar ventaja de 1 frente al derrotado. Este privilegio se lo terminó ganando el conjunto que hoy hizo las veces de local en esta oportunidad.
Pero el resultado final no refleja a ciencia cierta el muy disputado y cerrado choque que se vivió en la ciudad capital hasta el ecuador del mismo, cuando la novena felina empezó a rugir con fuerza.
Desde que se cantó la voz de play ball, fueron los del litoral central quienes tomaron el control de las acciones frente a los envíos del venezolano Jhoulys Chacín. El grandeliga no tuvo el mejor de los comienzos en la jornada al permitir que La Guaira estuviera adelante en el marcador hasta en dos ocasiones por sendos batazos de Balbino Fuenmayor y Franklin Barreto.
El de Fuenmayor tuvo lugar en el primer acto, cuando pegó una tabla a la izquierda con la que el propio Barreto pisó el plato después de haberse embasado con un tubey a la banda contraria; dos pasajes más tarde, con el juego empatado 1-1, «Kaki» volvió a poner en ventaja a los suyos bateando un cuadrangular solitario, su primero de la postemporada, por toda la banda izquierda que acabó a mitad de las gradas.
Esto provocó una evidente molestia en el diestro de los Leones, quien hacía múltiples gestos de frustración consigo mismo; sin embargo, a partir del 4to capítulo tomó un segundo aire para mejorar su desempeño sobre la lomita y mantenerse con vida en el compromiso, pese a los constantes ataques del elenco dirigido por Henry Blanco.
Como el del 5to episodio, cuando Ehire Adrianza empezó la entrada con un triple, pero terminó quedándose frío en la antesala debido al gran despliegue defensivo del cuadro interno del Caracas que sacó de circulación a los tres siguientes bateadores para colgar el cero.
Por supuesto, este momento de gracias no pudo haberse producido sino hubiera sido por el respaldo que le brindó instantes antes su ofensiva al darle la vuelta la pizarra para ponerlo en una situación favorable frente al segundo equipo más encendido de la ronda (71 carreras anotadas).
Los Leones se pudieron poner al frente del marcador en la parte baja del 4to, cuando le pegaron un par de conexiones seguidas al inicialista guairista, Ricardo Pinto, quien terminó perdiendo el norte y le pegó un pelotazo a Niko Vásquez para llenar las bases.
Con este panorama, Jhonny Pereda solo se encargó de poner la pelota en juego y se sacrificó con un elevado a la derecha que le permitió a Oswaldo Arcia hacer el pisa y corre para poner las tablas en el marcador, las cuales fueron transitorias debido al error monumental de Pinto en su lanzamiento a la primera base que no pudo dominar «Balbinetor» y propició que el Caracas se fuera arriba 3-2 en los pies de Harold Castro.
La contienda terminó por abrirse de forma definitiva en el siguiente capítulo con el mayor de los hermanos Arcia, Castro y Vásquez bateando tres líneas consecutivas con hombres en circulación que conformaron un rally de cuatro rayitas para los Leones en la entrada.
La desventaja para los Tiburones (7-2) en la pizarra ya era muy amplía y difícil de remontar, no porque no contaran con los recursos para hacerlo, sino porque sus bates no se encontraban completamente encendidos como en jornadas anteriores y su rival estaba jugando una gran defensa en general.
Esto quedó en el evidencia una vez más en el 7mo, cuando le sacaron provecho al descontrol del relevista Ricardo Rodríguez para llenar las almohadillas con dos outs luego de un doble de Francisco Arcia y un par de boletos para Maikel García y Danry Vásquez.
Al final, José Alguacil no titubeó en quitarle la pelota a Rodriguez para entregarle la responsabilidad a José Quijada, que con un solo lanzamiento ante Fuenmayor este bateó un alto elevado sencillo con el que los dejaron en cero.
Ni siquiera la anotación producida por Ángel Reyes en el 8vo para descontar la diferencia a 7-3 supuso un serio problema para los Leones, ya que su amplio colchón de rayitas les permitió llegar tranquilos al cierre de la jornada, cuando Silvino Bracho, sin oportunidad de salvar, se encargó de ponerle el candado a la victoria melenuda.
Jhoulys Chacín (2-1) fue el flamante vencedor luego de lanzar seis entradas de siete hits, dos carreras, un jonrón y cuatro ponches. Ricardo Pinto (0-2) cargó con la caída después de 4.2 actos en los que le propinaron siete tablazos, seis anotaciones (cuatro de ellas limpias), regaló un boleto y retiró a tres rivales.
Por otra parte, el más destacado de la jornada fue Alí Castillo, que sigue on fire en este Round Robin y se marchó con una noche perfecta de 4-4 con dos anotadas y un doble que lo convierten en el mejor bateador del Caracas con .418 de average.
Para mañana se avecina otra lucha de titánes en la UCV con el duelo directo entre los Navegantes del Magallanes contra los Tiburones de La Guaira en el que el ganador se quedará con el segundo lugar en solitario, mientras que Leones deberá viajar a Barquisimeto para medirse contra Lara y buscar ese ansiado triunfo que ya les aseguraría, al menos, un juego extra para definir el pase a la final.
Deinelbith Blanco/Unión Radio