CARACAS.- Andy Murray alcanzó, seis meses después, una final de un torneo ATP tras ganarle con solvencia, a un gran nivel de juego, al australiano Nick Kyrgios 7-6(5) y 6-2 para pujar por el título de Stuttgart ante el italiano Matteo Berrettini.
El escocés de 35 años, que juega con una cadera de metal, afina su puesta a punto y mira con optimismo hacia Wimbledon, donde triunfó dos veces tiempo atrás.
El ganador de tres Grand Slams y dos oros olímpicos, que el viernes ante Stefanos Tsitsipas consiguió su primera victoria ante un ‘top 5’ por primera vez desde el 2016, avanza cada vez más hacia el nivel de antaño. Sobre todo en hierba.
Murray, otrora número uno del mundo, vuelve a una final después de la de Sydney en enero pasado que perdió contra el ruso Aslan Karatsev después de batir a Kyrgios en hora y media.
El jugador británico selló su décima final sobre hierba. Ha ganado ocho de ellas. Murray, pase lo que pase, estará otra vez entre los cincuenta mejores del mundo. Jugará la final número setenta de su carrera. Acumula 46 títulos aunque el último fue en el 2019 en Amberes.
El tenista escocés, que inició su recorrido por Stuttgart en el puesto 68 del ránking, podría iniciar la próxima semana como trigésimo quinto del ránking ATP si gana el duelo del domingo contra el italiano Matteo Berrettini, segundo cabeza de serie, que derrotó por 7-6(7) y 7-6(5) al alemán Oscar Otte.
Berrettini, de 26 años, número 10 del ránking mundial, encontró una seria resistencia en el germano, de 28 y número 61 de la lista, que nunca cedió su servicio, lo mismo que el italiano.
El transalpino pretende recuperar la corona de Stuttgart que logró en el 2019. Finalista en Wimbledon el pasado curso pone a prueba el gran nivel que muestra Murray sobre hierba.
EFE