Londres.- Brighton, que rebaña unas opciones remotas de estar en Europa, hizo pagar al Liverpool la resaca de la semana y le venció en un entretenido partido en el sur de Inglaterra.
Liverpool venía de pasar varios días de fiesta en Dubai, además de montar una barbacoa en homenaje a Trent Alexander-Arnold el fin de semana y lo pagó ante un Brighton que no desfalleció y que remontó en dos ocasiones.
Conor Bradley, le sustituto de Alexander-Arnold el año que viene, a la espera de la llegada de Frimpong, hizo un jugadón por la banda, dejando atrás a dos defensas del Brighton y puso un pase de la muerta a Harvey Eliott para hacer el 0-1.
Era una sorpresa, primero por el once del Liverpool, con bastantes suplente como Federico Chiesa, que disfrutaba de su primera titularidad de la Premier, y porque a diferencia de los ‘Reds’, el Brighton sí tenía algo en juego.
Si el Chelsea gana la Conference League y acaba séptimo o si el Chelsea acaba sexto y el Newcastle finaliza séptimo, la octava plaza de la Premier permitirá jugar Europa y ahí es Brighton el que tiene ventaja.
Por eso los de Fabian Huerzeler no le perdieron la cara al partido y a la media hora, Yasin Ayari empató tras una buena dejada de espaldas de Danny Welbeck y un pase filtrado por encima de la defensa de Gruda.
Y por eso tampoco tiraron la toalla cuando justo antes del descanso Dominik Szoboszlai encontró un golpeo con poco ángulo y con ‘folha’ seca con el que sorprendió a Verbruggen, que solo pudo ver la pelota pasar por encima de su cabeza.
Pese al 1-2 al descanso, el Brighton salió convencido de que podía remontar y lo logró primero con un rechace que cazó Karou Mitoma y en el minuto 87 con un tanto de un Jack Hinshelwood que acababa de salir al terreno de juego y que aprovechó un centro raso Matt O’Riley para dar el 3-2 definitivo.
Eso sí, necesitó de la ayuda del VAR, porque el linier en un primer momento anuló el tanto por fuera de juego. La tecnología no tardó en detectar que había un tobillo del Liverpool habilitando al jugador inglés y los ‘Reds’ corroboraron que llevan de vacaciones desde que ganaron el título hace dos semanas.
Desde ese triunfo, perdieron con Chelsea, empataron contra Arsenal y han vuelto a perder contra el Brighton. No les importa y el domingo que viene levantarán el trofeo de la Premier League en Anfield ante Crystal Palace.
Brighton, que se agarra a la carambola o a una posible deducción de puntos al Manchester City que les meta en Europa, es octavo, con 58 puntos y un empate en la última jornada contra Tottenham o que Brentford no le gana al Wolverhampton, les asegurará esa posición.
EFE