DAMASCO.- El Gobierno interino de Siria aseguró este sábado que sigue reforzando la seguridad y presencia policial en el país árabe, después del vacío que quedó tras el derrocamiento del régimen de Bachar al Asad el pasado 8 de diciembre.
«Estamos realizando intensos esfuerzos en el Ministerio del Interior para garantizar la seguridad y la estabilidad en todas las provincias sirias, reforzando la seguridad y la presencia policial en todas las zonas con el objetivo de proteger la vida y los bienes de los ciudadanos, y preservar las instalaciones públicas de los miembros débiles de voluntad de algunas células del régimen difunto», indicó en un comunicado el ministro del Interior interino, Mohamed Abdulrahman.
Indicó que «algunos elementos desertores del régimen» de Al Asad «que abandonaron su trabajo y se pusieron del lado de la revolución siria en todas las provincias» han comenzado a integrarse en el trabajo que tenían anteriormente.
«Seguimos recibiendo a elementos del extinto régimen y resolviendo su situación para aquellos que no cometieron crímenes de guerra contra el pueblo sirio, y hacemos hincapié en la importancia de la entrega completa de las armas», aseveró.
También aseveró que han empezado a activar los servicios de inmigración y pasaportes en el país, aunque hasta el momento solamente en la ciudad de Alepo, la segunda urbe más grande del país situada en el norte de Siria.
Ayer, el Mando de Operaciones Militares que derrocó a Al Asad anunció la apertura de dos «centros de reconciliación» en Damasco para regularizar la situación de miembros de los organismos de seguridad y las diferentes ramas del Ejército del régimen depuesto, que se suman a otros centros similares en diferentes puntos del país árabe.
Las nuevas autoridades sirias han nombrado un Gobierno de transición hasta marzo de 2025 y prometido indultar a «todos», excepto a aquellos que tengan las manos «manchadas de sangre de los sirios».
El nuevo líder de la administración siria, Ahmed al Sharaa, ha asegurado que perseguirán a los «criminales de guerra», así como a los «asesinos, oficiales de seguridad y del Ejército implicados en la tortura del pueblo sirio».
EFE