Roma.- Milan, en la celebración de su 125 aniversario, se atascó ante Génoa con un empate 0-0 en San Siro que empañó su particular fiesta de cumpleaños y sumó su segundo partido consecutivo en la Serie A sin ganar, lo que lo dejó a 14 puntos del liderato y a cinco de las posiciones europeas.
En una noche tan especial, en el cumpleaños del club, los ‘rossoneri’ volvieron a ser ese equipo lento, predecible y algo espeso de los últimos años, más concretamente la versión más habitual de este año natural, desprovisto de cualquier tipo de argumento competitivo.
Ni siquiera que leyendas como el ‘Pippo’ Inzaghi, Baresi, Van Basten, Rijkaard o Gullit hicieran de la previa una noche inolvidable para los milanistas, todos reunidos en San Siro, fue suficiente para los de Fonseca, incapaces de superar al Génoa, equipo que busca escapar del descenso tras la llegada de Patrick Vieira como nuevo entrenador.
Solo Álvaro Morata, que entró en el segundo tiempo, enfundado en una camiseta especial sin nombre, en homenaje a la de los años 80, pudo acabar con la igualdad, pero estrelló su zapatazo contra el travesaño a falta de apenas diez minutos para el final.
Antes, todo fueron intentos tímidos. Reijnders, Leao y Chukwueze gozaron de ocasiones, pero ninguna lo suficientemente clara como para ser decisiva.
Quizá la más clara fue la de este último, ex del Villarreal, cuando remató el centro medido del joven Alex Jiménez, titular en el lateral izquierdo.
El canterano del Real Madrid, ya propiedad de los milanistas, fue titular por delante Theo Hernández, señalado por Fonseca tras el partido ante el Estrella Roja de Liga de Campeones.
«No todos lo dan todo en el campo», fueron las palabras del técnico. También jugó de inicio otro proyecto ‘rossonero’ como Liberari, nacido en 2007. Estuvo presente, participativo, pero no pudo ser decisivo.
Salió Camarda en los últimos minutos con la esperanza de poder dar ese empuje anímico a San Siro, siempre dispuesto a animar a sus jóvenes canteranos. Por un momento pareció que Milan podría reaccionar, llegó el disparo de Morata… y nada más.
Acabó defendiendo en algunos momentos los ataques de los visitantes. Matteo Gabbia bloqueando disparos, Maignan dando el susto con un mal control y San Siro abucheando a sus jugadores mientras tocaban sin sentido entre centrales en el tiempo añadido. Sin alma, sin plan, sin opciones de hacer daño al Génoa.
La fiesta del 125 aniversario, preciosa por todo lo que no fue estrictamente futbolístico, quedó empañada por un triste empate a cero de un equipo que, aunque con un partido menos, el suspendido por el temporal ante Bologna, está octavo en la Serie A, a cinco puntos de puestos europeos, a ocho de Champions y a 14 del liderato.
EFE