BARCELONA.- Los diferentes tipos de cáncer poseen unas huellas moleculares únicas que son detectables en las etapas tempranas de la enfermedad, utilizando pequeños escáneres portátiles con una precisión casi perfecta y en cuestión de horas.
Así se desprende de un estudio impulsado por el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, publicado este martes en la revista ‘Molecular Cell’ y que sienta las bases para crear nuevas pruebas diagnósticas no invasivas que detecten diferentes tipos de cáncer de la forma más rápida y temprana posible.
Sin embargo, los investigadores alertan de que hacen falta más estudios para que esta estrategia pueda llegar a tener beneficios clínicos.
Concretamente, el proyecto se centra en los ribosomas, una especie de fábricas de proteínas de una célula, de los que durante décadas se creyó que tenían el mismo diseño en todo el cuerpo humano antes de hallar que hay modificaciones químicas que varían entre distintos tejidos, etapas de desarrollo y enfermedades.
«Nuestros ribosomas no son todos iguales. Están especializados en diferentes tejidos y tienen firmas únicas que reflejan lo que sucede en el interior de nuestros cuerpos», ha explicado la profesora de investigación ICREA Eva Novoa, autora principal del estudio e investigadora del CRG.
EFE