REDACCIÓN DEPORTES.-El seleccionador francés, Didier Deschamps, insistió este miércoles en su deseo de que el duelo de mañana con Israel «siga siendo un partido de fútbol», a pesar del contexto actual marcado por los incidentes antisemitas ocurridos en Ámsterdam.
«Hemos preparado el partido con la mayor normalidad posible. Nadie en el conjunto de la selección francesa puede ser insensible a un contexto que es pesado y agobiante. Pero intentamos que siga siendo un partido de fútbol», declaró Deschamps en la rueda de prensa previa al partido del jueves, en el Estadio de Francia, que el Gobierno francés considera de «alto riesgo».
El partido es parte de la fase de grupos de la Liga de las Naciones de la UEFA. Deschamps aseguró que sus hombres «saben lo que les espera», pero que se adaptarán y se centrarán «en lo que deben hacer sobre el terreno de juego».
Solo se permitirá la exhibición de banderas de Francia e Israel, prohibiendo expresamente símbolos palestinos para evitar posibles conflictos.
Las autoridades francesas esperan a en torno a un centenar de aficionados israelíes, que estarán protegidos por las fuerzas de seguridad francesas.
A pesar de la creciente tensión generada por los disturbios entre los aficionados del Maccabi Tel Aviv y el Ajax en Ámsterdam, y las recomendaciones de las autoridades israelíes de evitar el partido, el encuentro programado en París entre ambos equipos no se ha visto afectado en términos de organización.
El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que estará presente en el partido, acompañado de los expresidentes François Hollande y Nicolas Sarkozy, para mostrar su pleno apoyo a la selección de su país, pero también para «enviar un mensaje de fraternidad y de solidaridad tras los actos antisemitas intolerables» de Ámsterdam.
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EFE