LILONGÜE.- Los 45 países menos desarrollados del mundo (LDC) subrayaron la necesidad de establecer un nuevo objetivo de financiación que tenga en cuenta «las necesidades cambiantes de los países en desarrollo» en la próxima COP29, que se celebrará en noviembre en Bakú.
Ministros y jefes de delegación de estos países adoptaron la Declaración de Lilongüe para 2024 sobre el Cambio Climático, que establece las prioridades del grupo de cara a la próxima cumbre del clima, informaron los LDC en un comunicado difundido a última hora de este viernes.
El texto subraya «la importancia crítica de lograr reducciones profundas de las emisiones mundiales, aumentar significativamente el apoyo para hacer frente al cambio climático en los países vulnerables y hacer hincapié en el papel de la financiación climática como un facilitador clave de la acción climática».
«Queremos que la COP29 ofrezca un compromiso audaz para abordar el cambio climático. No se trata solo de promesas; se trata de proporcionar los recursos necesarios para proteger las vidas y los medios de subsistencia de millones de personas que se encuentran en primera línea de la crisis climática», señaló el presidente del grupo, el malauí Evans Njewa.
Los LDC, reunidos la semana pasada en Lilongüe, capital de Malaui, pidieron financiación pública adicional, principalmente en forma de subvenciones, y señalaron que sus países necesitan entre 5,8 y 5,9 billones de dólares (entre unos 5,2 y 5,3 billones de euros) para 2030.
En concreto, hicieron hincapié en la «urgente necesidad» de financiación adicional para los fondos climáticos clave, incluidos el fondo de los LDC y el Fondo Verde del Clima (GCF), «vitales para hacer frente a los graves impactos del cambio climático sobre las poblaciones vulnerables».
En este sentido, reclamaron que la financiación para responder a las pérdidas y daños causados por los desastres naturales se incluya como un subobjetivo del nuevo objetivo de financiación que piden para la COP29.
Finalmente, los LDC reafirmaron su compromiso de impulsar iniciativas «clave» para combatir el cambio climático y fomentar el desarrollo sostenible.
Y expresaron su «firme apoyo» a una transición justa que aumente el acceso a la energía en sus países, pero que garantice que el cambio hacia economías con bajas emisiones de dióxido de carbono «sea equitativo e inclusivo, sin dejar a nadie atrás». EFE
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