JERUSALÉN.- El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reafirmó este miércoles, ante la prensa extranjera, que Israel debe mantener el control de la divisoria entre Gaza y Egipto, a fin de ejercer presión para liberar a los rehenes que siguen en la Franja.
«Si queremos liberar a los rehenes, tenemos que controlar el corredor de Filadelfia», afirmó Netanyahu en un discurso en inglés desde Jerusalén, en el que dijo que cualquier acuerdo sin esa premisa sería una amenaza para los israelíes.
La elocución, en la que Netanyahu afirmó haber pedido perdón personalmente a los familiares de algunos rehenes asesinados en Gaza, terminó con el primer ministro repitiendo, de diferentes maneras, que Israel «no abandonará» el corredor Filadelfia.
«No vamos a irnos (de la divisoria) para volver en 42 días cuando sabemos que no podremos volver», justificó el mandatario, en alusión a la duración que tendría la primera fase de un posible acuerdo de tregua con Hamás.
Según la lógica de Netanyahu, solo la presión militar ayudará a que el resto de rehenes sean liberados y dijo que la tregua de noviembre solo sucedió una vez y Hamás «sintió la presión».
El mandatario se refirió también a la muerte la semana pasada de los seis rehenes en Gaza, que conmocionó al país y generó protestas en las calles, y afirmó que si Israel cedía ahora equivaldría a enviar el mensaje de que «matando a más rehenes, (Hamás) conseguirá más concesiones», lo que calificó de una locura «inmoral».
De los 251 secuestrados en Gaza, 97 siguen en el enclave y las fuerzas armadas estiman que al menos una treintena están muertos.
Durante la rueda de prensa, Netanyahu se mostró crítico con la presión internacional contra Israel por sus operaciones en Gaza.
En este sentido, el mandatario resaltó que la actual ofensiva sobre Rafah -la cual llevó a más de 1,4 millones de palestinos a huir de la ciudad, hasta entonces considerada una zona segura-, que ahora permite dicho control del corredor de Filadelfia, contaba entonces con muchos detractores, entre ellos Estados Unidos.
«Parte la razón de que los tengamos ahogados es que controlamos su máquina de dinero, que es el cruce de Rafah», aseguró el mandatario.
Desde el pasado 7 de octubre, la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza ha matado a 40.861 palestinos, la mayoría mujeres y niños, y herido a otras 94.398 personas, según fuentes palestinas.
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EFE
