JERUSALÉN.- El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aprovechó el impacto que ha causado el intento de magnicidio contra el expresidente estadounidense Donald Trump para denunciar amenazas contra él, su familia y otros ministros, alegando que también las masivas protestas que exigen su renuncia constituyen «un daño a la democracia».
«Estamos siendo testigos de una avalancha de amenazas explícitas de asesinato y violencia contra el primer ministro y miembros de su familia, contra ministros, contra legisladores. Éstos no sólo son delitos penales, sino que constituyen una amenaza directa y explícita a la democracia», dijo Netanyahu en un mensaje grabado en video y enviado a periodistas por su propia oficina.
«Lo remito al asesor jurídico del Gobierno y al fiscal del Estado, ese es su trabajo», añadió en su discurso, pronunciado durante una reunión con su gabinete en la que fue proyectado un vídeo que recopila una colección de llamados incendiarios contra el primer ministro.
Las amenazas contra funcionarios «no sucedieron gradualmente. Sucedieron cuando volvimos al poder y luego continuaron con gran intensidad», aseguró Netanyahu, al asegurar que eso incluye las manifestaciones contra su mandato que se han concentrado cerca de su residencia oficial, en Jerusalén, así como las multitudinarias manifestaciones en Tel Aviv contra la reforma judicial que impulsó o para exigir un alto el fuego en Gaza.
«Cada vez el tema cambia, pero va dirigido contra el derecho y la aplicación de la ley (…) y ello se fortalece porque los límites se ponen a prueba constantemente. Está permitido lanzar bengalas, está permitido realizar ataques violentos contra policías, está permitido bloquear carreteras con fogatas… permitido, permitido y permitido», dijo.
«Hay una normalización del daño a la democracia, hay una normalización del asesinato político (…) y los ministros aquí reunidos en la mesa del Gobie
rno dicen unánimemente: Esto debe recibir una respuesta real y equitativa».
Netanyahu volvió al poder en diciembre con una coalición formada por ultraortodoxos y ultranacionalistas de extrema derecha, en medio de multitudinarias marchas de protesta que han exigido en varias ocasiones su dimisión.
De su lado, el líder de la oposición y exmiembro del ya disuelto gabinete de guerra, Benny Gantz, recordó que los ataques contra figuras políticas en Israel han venido también por parte de ultraderechistas, como el que ocasionó el asesinato en 1995 del entonces primer ministro, Yitzhak Rabin.
«Está prohibido actuar con violencia física o verbal contra manifestantes y políticos y contra el primer ministro”, escribió Gantz en la red social X.
El actual ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, ganó notoriedad cuando era adolescente al ser filmado alardeando de haber robado el emblema del auto de Rabin, poco antes de que el primer ministro fuera asesinado por un extremista judío.
“Así como llegamos a este emblema, podemos llegar a Rabin”, dijo entonces Ben Gvir, quien fue acusado decenas de veces por su activismo de extrema derecha y condenado por incitación a la violencia y apoyo a un grupo terrorista.
EFE