LONDRES.- La transición de Carlos Alcaraz a la hierba estuvo más rápido de la que nadie hubiera podido esperar. En apenas una hora y 22 minutos el murciano sometió a su amigo, el argentino Francisco Cerúndolo (6-1 y 7-5), para recoger su tenis donde lo dejó tras la final de Roland Garros, en lo más alto.
Nueve días después de ganar su primer título en París y tras apenas tres días de ejercicios en la hierba de Londres, Alcaraz derrotó a Cerúndolo con el regusto de lo logrado en la Phillippe Chatrier y con los buenos recuerdos que le trae esta superficie, la misma en la que acumula trece victorias seguidas.
El murciano no cae desde los octavos de final de Wimbledon en 2022 y por el camino han caído Queen’s, Wimbledon y el objetivo es alargar la racha y convertirse en el primer español en repetir este título y el primer hombre en la historia en completar el dobles Queen’s-Wimbledon.
Su asalto a la hierba no podía haber comenzado mejor, con una impresionante victoria ante un rival que le conoce muy bien y que le derrotó en su único duelo, aunque este date de enero de 2019, cuando Alcaraz apenas tenía 19 años.
Una victoria completa, con dosis de superioridad aplastante y de sufrimiento puntual para adaptarse a una superficie traicionera y en la que los errores se pagan al máximo.
La segunda oportunidad para seguir creciendo será ante Mariano Navone o Jack Draper, último campeón de Stuttgart la semana pasada y número uno británico.
EFE