Jérémy Doku dirigió el recital futbolístico del Manchester City

Jeremy Doku. Foto cortesía: EFE

CARACAS.- Manchester City firmó este sábado una actuación monumental ante Bournemouth, quien cayó cayó goleado 6-1 con un recital futbolístico protagonizado por Jérémy Doku.

No hay quien frene al belga Jérémy Doku. Extremo veloz, tan habilidoso como certero en sus decisiones. Encarador nato. Siempre dispuesto a desequilibrar en cuanto recibe el balón. Repartidor de caramelos desde que marcó su gol, que fueron un castigo al Bournemouth.

Apostó por la opción defensiva Iraola para evitar lo que acabó ocurriendo, una de esas goleadas que hacen daño. Sostuvo media hora al City con un planteamiento defensivo juntando líneas.

De cinco la de defensa, de cuatro la del centro del campo. Olvidándose de la presión a un equipo que está cómodo con la pelota. Era cuestión de tiempo y de precisión.

No la tuvo Haaland, que estrelló en la madera apareciendo en el segundo palo el testarazo al centro de Julián Álvarez.

Manchester City, con Rodri al mando, fue aumentando el ritmo, desgastando al rival moviendo el juego al lado donde aparecía Doku, el izquierdo, o irrumpía Walker o una acción de calidad de Bernardo Silva, el derecho.

El propio Rodri intentó derribar el muro con dos disparos desde fuera del área. Y fue cuando se asoció con Doku, vencedor claro en el pulso a Grealish, cuando el City decantó el partido. La pared en la frontal acabó con la definición de diestra certera del belga.

Toda la resistencia del Bournemouth se desplomó en siete minutos en los que recibió tres tantos de un plumazo. Con Doku como protagonista.

Bicicletas para volver loco a Mepham y pase atrás a la llegada de Bernardo Silva en el segundo. Un disparo que desvió a la red, sin querer, Akanji para el tercero.

Por si fuera poco, el equipo de Iraola perdió por lesión a Scott. Todo en contra en el Etihad y el deseo de que el partido terminara. Porque pintaba a peor la cosa.

Sobre todo cuando Haaland pudo correr por primera vez con espacios al pase de Julián Álvarez. Impreciso el noruego en su control de zurda y lento a la hora del disparo. Zabarnyi se le echó encima y salvó el cuarto.

Llegaría en la segunda parte, cuando el Bournemouth, ya sin la presión del primer acto, intentó maquillar su imagen. Tuvo más balón y adelantó líneas. El premio llegó rápido, con gol de Solanje, pero fue anulado por la posición incorrecta de Christie antes de su asistencia.

El City se sintió tan superior que rebajó varias velocidades. Incluso Guardiola, poco amigo de los cambios numerosos, movió el banquillo con rapidez. Haaland no saltó en la segunda parte y la cercanía de la Champions cobraba mayor importancia.

Pero en los mejores minutos del equipo de Iraola le costó recoger el premio, el travesaño repelía un disparo de Solanke y su rival no perdonó en cuanto tuvo oportunidad. Doku, como no, encaraba y se la ponía a Foden para su gol de zurda a placer.

El tanto de la honra llegaría con la calidad de Sinisterra en la definición. Mató de zurda un centro desde la derecha, recortó de diestra y cruzó el balón a Ederson. Podía acabar en esa acción el encuentro, pero el hambre de los suplentes del City aumentaron la goleada.

Se aprovechó Bernardo Silva, corriendo un claro contragolpe para definir con magia, picando el balón en el quinto y Aké ponía el broche rematando en plancha la única asistencia que no tuvo la firma de Doku.

EFE