CARACAS.- El socio director de Gas Energy para Venezuela, Antero Alvarado, colaborador de la revista Energy Advisor de American Dialogue con sede en Washington, señaló que todavía las autoridades no han precisado el alcance del acuerdo firmado entre Venezuela y Trinidad para impulsar la explotación conjunta de gas natural en aguas del mar Caribe.
Explicó que, según la nota de prensa, el acuerdo establece la explotación del campo Dragón, ubicado a 40 kilómetros al norte de las costas del estado Sucre “a escasos 17 kilómetros de otro campo en Trinidad que se llama Hibiscus”.
En conversación con Andrés Rojas en el espacio Dos Más Dos de Unión Radio, indicó que el gobierno de Trinidad y Tobago ha solicitado una licencia a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros -OFAC- de EEUU “que le han otorgado, que eso es un paso muy interesante”.
“Lo que está respaldado ahí, es que ese gas viene a alimentar trenes de licuefacción que es la manera en que Trinidad y Tobago pone ese gas natural en barcos, lo puede llevar a otros sitios, lo convierte en commodity y abastecer el Caribe con precios muy interesantes”, agregó.
Destaca que el Caribe hoy en día es quizás el lugar con el que Estados Unidos -EEUU- tiene una deuda y hay muchos movimientos migratorios recorriendo sus territorios y aguas “y es una manera de atender todos estos problemas que se unen a través de esta licencia de gas que se le otorga a Venezuela”.
Subrayó que en esa licencia hay muchos puntos que definir como los pagos a Venezuela que se proponía iban a ser en ayuda humanitaria “opción que rechazó”.
El también co-autor de dos libros sobre Gas natural y Petróleo en Venezuela, añadió que actualmente están en “proceso de renegociación” para mejorar las condiciones de la licencia.
En el plano geopolítico, opina que “el último salvavidas que tiene TT es el gas de Venezuela”.
Además, recuerda que Venezuela como nación en el tema de Guyana, sabe que Trinidad y Tobago es un vecino caribeño importante porque puede ser “una manera de entrarle a los países del Caricom”, grupo al que pertenece Guyana.
A su juicio, es una jugada interesante (…) un mensaje que Venezuela le estaría enviando a Guyana”.
Sonia Pomenta Llaña/Unión Radio