CIUDAD DE MÉXICO.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró este martes la decisión del gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, de mover hacia territorio estadounidense la barrera de boyas que colocó en el río Bravo para evitar el paso de migrantes.
“Qué bueno que rectifica. Es de sabios cambiar de opinión, ojalá y aprenda que debe respetarnos”, dijo el mandatario durante su rueda de prensa matutina.
El gobernante mexicano se refirió así a la decisión del Gobierno de Texas, que anunció esta semana que replegaría la barrera fronteriza flotante construida en el río Bravo después de que los topógrafos se percataran de que las boyas estaban en territorio mexicano.
“Ahora, hace dos días (corrigió), y qué bueno que lo hizo, ya el gobernador de Texas mandó a recorrer a su territorio las boyas, ya quitaron las bases que utilizaron para poner esas boyas con alambre de púas”, precisó López Obrador.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, ha enviado tres notas diplomáticas a Washington para quejarse al respecto, al argumentar que las boyas ocupan una longitud de 230 metros del lado mexicano.
Las críticas contra el cerco aumentaron a principios de este mes cuando el cuerpo de un migrante apareció atorado en la barrera.
El Gobierno de Abbott se defendió en ese momento al decir que el migrante murió río arriba y que la corriente había arrastrado el cuerpo hasta las boyas.
La instalación de la barrera llevó incluso al Gobierno de Texas a enfrentar a una corte federal.
Un documento judicial presentado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) aseguró que las boyas estaban ubicadas en territorio mexicano, por lo que Abbott movió las boyas a territorio estadounidense.
Estos hechos se dan en medio de un repunte del flujo migratorio por México tras la caída inicial que provocó la expiración en mayo pasado del Título 42 de Estados Unidos, según reconoció la semana pasada el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
En las últimas semanas, han crecido los reportes de migrantes que mueren al cruzar el río Bravo, lo que refleja el inédito flujo migratorio en la región, con más de 2,76 millones de migrantes indocumentados interceptados por Estados Unidos en la frontera con México durante el año fiscal 2022.