viernes, abril 26, 2024
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Investigación revela que 39 % de los escolares de barrios de Petare acude a tareas dirigidas

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CARACAS.-Donde todos ven “tareas dirigidas”, un grupo de investigadores venezolanos del derecho y la ciencia están viendo otra cosa: una que se dejó observar durante tres meses y que se mostró, nítida, en los hallazgos de la investigación realizada por la asociación académica Un Estado de Derecho (UED) entre septiembre y diciembre de 2021.

El estudio hecho en Petare, municipio Sucre del estado Miranda, reveló que cerca del 40 % de los escolares de esta parroquia acude a servicios de enseñanza pagos, de bajo costo, ofrecidos por educadoras de la propia comunidad. Y que, de acuerdo con la evidencia obtenida, consisten en algo más que dirigir tareas.

La pesquisa interdisciplinaria fue dirigida por Antonio Canova, abogado constitucionalista, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), catedrático de postgrado de la Universidad Francisco Marroquín (UFM) y director general de UED; junto con Klaus Jaffe, químico, profesor emérito y coordinador del Centro de Estudios Estratégicos de la
Universidad Simón Bolívar (USB).

Los resultados fueron presentados por Canova, Jaffe, y María José España, abogada, investigadora de UED, autora de Mi bello viaje de Petare a la Ucab, un relato autobiográfico narrado desde la experiencia de quien vive en Barrio Unión.
Canova y Jaffe subrayaron que si bien se trata de una primera aproximación empírica, de alcance modesto, con la cual UED arranca el proyecto El bello árbol Venezuela, describe una realidad cada vez más patente: por un lado, la casi inexistencia de proceso educativo oficial y, por el otro, el surgimiento de un orden espontáneo, no planificado, de personas resolviendo sus problemas por sí mismas.

Los investigadores encuestaron a 458 padres y/o representantes en Petare. Esta muestra, luego de ser ajustada a los criterios del estudio, proporcionó datos de 408 escolares de entre 6 y 16 años, estudiantes de 47 escuelas públicas, 21 colegios privados y 7 planteles privados subvencionados de Petare Norte, Petare Sur, Petare Oeste y Casco Histórico.

El propósito -acotaron- es conocer y documentar lo que ocurre principalmente en el nivel de primaria. Esta fase de encuestas rápidas, la primera de dos, arrancó el 16 de septiembre, la misma fecha fijada por el Ministerio de Educación para la reanudación de actividades administrativas, obreras y docentes, previa al reinicio progresivo de clases presenciales después de año y medio en modalidad a distancia por causa del confinamiento Covid-19.

¿Gratuidad?

UED pidió a los padres y/o representantes estimar de una manera muy general, sin mayores esfuerzos de cálculo ni especificaciones de gastos, cuánto invierten mensualmente en la educación de sus hijos. Los de escuelas públicas arrojaron un promedio $16 al mes.

Se les preguntó de qué otra manera, distinta a la formal, educan a sus hijos. De aquí se desprendió que 39 % paga tareas dirigidas; 38 % no recurre a ninguna; 19 % se vale de reforzamiento en casa; 3 % contrata clases particulares y 1 % aprovecha contenidos de internet. Al sumar tareas dirigidas con clases particulares, se aprecia que 42 % de las familias petareñas se esfuerzan económicamente por costearse educación.

Se halló que 65 % de los niños que van a tareas dirigidas son alumnos de escuelas públicas; 23 % de colegios privados y 12 % de privadas subvencionadas.

Los investigadores identificaron un patrón: el pago por los servicios de tareas dirigidas es semanal, en dólares: $4 en promedio. Esto representa unos $18 al mes.

“Estos resultados muestran una situación que amerita ser estudiada con mayor profundidad y sobre todo desde una perspectiva amplia, distinta a la tradicional. Estamos viendo que un porcentaje grueso de familias pobres, cuyos hijos van a escuelas públicas, en teoría gratuitas, hacen el enorme esfuerzo de pagar, adicional a lo que ya gastan para mantenerse en el sistema oficial, cerca de 20$ mensuales por servicios de enseñanza particular. La respuesta a la
pregunta de por qué lo hacen luce tan obvia como el estado de la educación en Venezuela. Detrás de esta obviedad hay una serie de manifestaciones emergentes que no deben ser ignoradas ni mucho menos despreciadas”, expuso Canova.

El que busca…

La segunda fase de la pesquisa académica consistió en una aproximación al fenómeno conocido como tareas dirigidas, del cual ya se tenían suficientes indicios. Para ello, UED entrevistó a 62 educadoras (todas mujeres) dedicadas a estos servicios en Petare.

Entre éstas se incluyen 14 docentes agrupadas en Descargando Futuro, una red de casas de tareas dirigidas articulada en mayo de 2021 por la organización Zona de Descarga, artífice de los famosos conciertos y otras actividades en las no menos famosas platabandas petareñas.

Durante octubre y noviembre de 2021, UED realizó varios talleres presenciales con las integrantes de Descargando Futuro y otros actores educativos locales.

Llamó la atención que las educadoras, aunque ofrecen “tareas dirigidas”, realmente conciben estas actividades como centros pedagógicos, unidades de enseñanza comunitaria, incluso escuelitas; lo cual refleja la intención, en algunos casos más intuitiva que razonada, de ser consideradas prestadoras de un servicio profesional individualizado más allá del mero apoyo en los deberes escolares.

La mitad de estas maestras trabaja en tareas dirigidas desde antes del inicio de la pandemia. El otro 50 % empezó después de marzo de 2020.

Casi dos terceras partes de estas docentes trabajan también en instituciones educativas formales: 63 % en públicas, 32 % en colegios privados y 5 % en privadas subvencionadas. Se les preguntó qué las impulsó a ofrecer el servicio. La opción deber vocacional (relacionada, aunque no únicamente, con la emergencia pandémica) arrojó 34 %, mientras que demanda de los padres y necesidad de ingresos obtuvieron ponderaciones idénticas: 33 %.

De acuerdo con los montos indicados por las docentes, cobran entre 1 y 5 dólares semanales a cada alumno. “Se muestran visiblemente incómodas, apenadas, casi contrariadas, cuando se les pone en el caso de referirse a lo que devengan por su trabajo particular. Se esfuerzan excesivamente en justificar ese cobro, lo cual evidencia cuán estigmatizada está la idea del lucro y cuánto nos toca hacer para defender la plena habilitación moral, el legítimo derecho de nuestros docentes, a obtener una remuneración digna por su labor”, enfatizó María José
España.

Escuche el reporte de Ginette González

Nota de prensa

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